¡Acompáñanos a viajar por el mundo de los libros!
Añadir este libro a la estantería
Grey
Escribe un nuevo comentario Default profile 50px
Grey
Suscríbete para leer el libro completo o lee las primeras páginas gratis.
All characters reduced
Diario del hombre pálido - cover

Diario del hombre pálido

Juan Gracia Armendáriz

Editorial: Editorial Demipage

  • 15
  • 90
  • 0

Sinopsis

Umbral o Bolaño, Camus o Proust, escribieron libros donde la enfermedad era la protagonista. Pero la cuestión de fondo es de qué modo afronta el escritor el hecho de la enfermedad. ¿Cómo da cuenta de ella?, ¿de qué manera la transforma en relato?, ¿acaso desde el rencor del enfermo crónico?, ¿quizás amarrándose al poder terapéutico del humor? Después de los elogiados Cuentos del Jíbaro y La línea Plimsoll, Juan Gracia Armendáriz pone su certera prosa al servicio del Diario del hombre pálido, su vivencia más íntima transfigurada en texto literario y recogida en este diario, una historia real convertida en una obra maestra del género. Como dice el propio autor: «Créanme, es asombroso comprobar cuántas perlas brillantes pueden hallarse en el oscuro nacedero de la enfermedad».
Disponible desde: 07/01/2013.

Otros libros que te pueden interesar

  • Mandelstam - cover

    Mandelstam

    Anna Ajmátova

    • 3
    • 8
    • 0
    Mandelstam es un homenaje a dos de los más grandes escritores rusos del siglo xx, Anna Ajmátova y Ósip Mandelstam. Además del texto con los recuerdos de Anna Ajmátova sobre Ósip Mandelstam, este volumen incluye cartas y poemas de ambos escritores en lo que podría ser el reencuentro de dos amigos que sufrieron la persecución del estalinismo. «Conocí a Ósip Mandelstam en La Torre de Viacheslav Ivánov en la primavera de 1911. Entonces era un muchacho flacucho con un lirio de los valles en el ojal, con la cabeza bien alta, de ojos llameantes y pestañas larguísimas, casi hasta las mejillas. Lo vi por segunda vez en casa de Tolstói en Staro-Nevski; no me reconoció y Alexéi Nikoláievich se puso a hacerle preguntas sobre la mujer de Gumiliov, y él indicó con las manos cómo era de grande el sombrero que yo había llevado. Me asusté por si sucedía algo irreparable y me di a conocer».
    Ver libro
  • Las palabras justas - cover

    Las palabras justas

    Milena Busquets

    • 0
    • 15
    • 0
    Milena Busquets practica en estos diarios una escritura de pinceladas impresionistas y logra que de lo cotidiano, de lo en apariencia anodino, emerja la epifanía.  
    Este es un diario sobre días tristes y días felices −«La euforia y la felicidad absolutas están a un milímetro del ataque de pánico»−, escrito sin trampa ni cartón, sin falsos pudores, ni engolada pompa. Escrito siguiendo esta premisa: «Uno escribe solo ante el peligro, no hay otra manera honesta de hacerlo, el menor atisbo de autocomplacencia es una señal de cobardía. Escribes contra ti primero y luego contra todo el mundo. Te pones a ti mismo contra las cuerdas, es el trabajo más solitario del mundo, no te tienes ni a ti, te presentas completamente despojado, es peor que el amor.» 
    En estas páginas asoman de tanto en tanto las mascarillas, pero sobre todo asoma la vida: los hijos, los amores, las clases de yoga, las visitas al psiquiatra, los encuentros fortuitos, los reencuentros, los paseos por el barrio, la escritura como una gimnasia diaria... Y aparecen también la seducción y el paso del tiempo, las disquisiciones sobre la verdadera elegancia, Proust, las lecciones literarias y vitales de Chéjov, la emoción hasta las lágrimas ante la celebración de la vida del West Side Story de Spielberg o un divertidísimo listado de tipologías de lectores observados durante las largas sesiones de firmas en ferias. Y el amor, siempre el amor: «En el amor nada es una pérdida de tiempo, todo sirve, la experiencia más banal, más absurda, más ridícula, más humillante, más dolorosa, sirve, nada cae nunca en saco roto. Es imposible perder el tiempo con el amor, enamorarse −aunque solo sea durante dos días, aunque sea tontamente, aunque sea por despecho o por aburrimiento o por curiosidad− sirve siempre precisamente para lo contrario, para ganar tiempo.» 
    Con esa capacidad tan suya de combinar en su justa medida lo frívolo y lo profundo, Milena Busquets practica en estos diarios una escritura de pinceladas impresionistas y logra que de lo cotidiano, de lo en apariencia anodino, emerja la epifanía: la novedosa carga erótica del gesto de recolocarle a un amigo la mascarilla que lleva mal puesta en una librería, los zapatos del psiquiatra que asoman coquetos por debajo de la mesa, el vecino que llora en plena calle, el antiguo portero que trae a la memoria la antigua casa... Existe en esta ventana a la intimidad algo genuinamente femenino que se narra con una vitalidad y una ironía inimitables.
    Ver libro
  • Emilia Pardo Bazán y su fascinación por la criminología - cover

    Emilia Pardo Bazán y su...

    Marisol Donis

    • 1
    • 3
    • 0
    Todo cabe en un libro como este. Crímenes reales, la pobreza como fuente del crimen y la capacidad extraordinaria de una mujer única para desentrañar la esencia de todo ello.
    Emilia Pardo Bazán se basaba en esos crímenes, que tanto llamaban su atención, para escribir novelas cortas. Pero dejaba siempre bien clara la diferencia entre crimen real y ficticio. Para ella, el crimen inventado es «cerebral, geométrico y matemático, tan distinto de la realidad humana y tan parecido a los problemas de ajedrez». Por eso mismo, por su imperfección, los crímenes reales eran de su máximo interés, hasta el punto de acudir al lugar del suceso para observar con sus propios ojos los detalles que se les escapaban a los cronistas y, después, opinar sobre todo ello en sus artículos.
    No dejaba en ellos títere con cabeza. Criticaba a los investigadores que no actuaban con profesionalidad en la inspección ocular de la escena del crimen. A las víctimas y a los asesinos, y lo hace con su peculiar gracejo y su libertad de pensamiento.
    Marisol Donis recoge el seguimiento que Emilia Pardo Bazán hizo de algunos de los crímenes más memorables y bárbaros de su tiempo: el crimen del pinar de Pericote; el de la calle San Andrés; los crímenes de la calle Fuencarral; los «mujericidios»… Nada le era ajeno, siguió y documentó una treintena de sucesos criminales, estafas, suicidios ampliados… Crímenes reales que no siempre eran resueltos por la mala investigación, lo que la llevaba a concluir, contrariada en no pocas ocasiones, al final de sus artículos: «El asesino no ha sido habido». Puro Emilia Pardo Bazán. Puro deleite para todos sus lectores.
    Ver libro
  • La última colonia - cover

    La última colonia

    Philippe Sands

    • 1
    • 4
    • 0
    Las tragedias personales detrás del pasado colonial. Un libro sobre la injusticia y su necesaria reparación.  
    El 27 de abril de 1973, Liseby Elysé, que entonces tenía veinte años y estaba embarazada de cuatro meses, se subió al barco que zarpaba de la pequeña isla de Peros Banhos, del archipiélago de Chagos, en el océano Índico. Con ella viajaban el resto de los habitantes del lugar, a los que se iba a reubicar en la isla Mauricio. La alternativa era quedarse y morir de inanición. La explicación de ese éxodo forzado está en la Guerra Fría. Por motivos estratégicos, en los años sesenta los americanos decidieron instalar una base militar en el archipiélago, concretamente en la isla de Diego García, y no querían población autóctona en las islas cercanas. El lugar se lo habían ofrecido los británicos, porque era una posesión colonial suya y en 1965 la desgajaron de Mauricio y la convirtieron en el llamado Territorio Británico del Océano Índico. 
    De modo que, cuando Mauricio se independizó en 1968, lo hizo sin ese archipiélago, y después empezó a litigar en los tribunales para tratar de recuperarlo. En 2018 el caso llegó al Tribunal Internacional de La Haya. Philippe Sands estuvo involucrado en ese juicio como abogado de la parte demandante, y el testimonio estrella que presentó fue el de Liseby Elysé, que contó ante la corte su tragedia personal. 
    Esta es la poco conocida historia que cuenta este libro sobrecogedor sobre la última colonia. Un libro sobre las vergüenzas del pasado y sobre una población autóctona arrancada de su patria y deportada a otro lugar por causa de la geoestrategia. Un libro sobre el colonialismo y sus herencias, pero también sobre las pequeñas historias que se agazapan detrás de la historia en mayúsculas. Después de sus dos obras fundamentales sobre el nazismo –Calle Este-Oeste y Ruta de escape–, Philippe Sands nos ofrece otra pieza antológica, que mezcla con brillantez narración, ensayo, hechos históricos y tragedias personales.
    Ver libro
  • Diario de Cinecittà - cover

    Diario de Cinecittà

    Fernando Fernán Goméz

    • 0
    • 2
    • 0
    El periodo que Fernando Fernán Gómez transcurrió en Roma para trabajar en el rodaje de la película La conciencia acusa del director checo Pabst marcó el futuro cinematográfico y personal de quien llegó a convertirse en uno de los intelectuales españoles más respetados y queridos de todos los tiempos.
    Los encuentros con los más celebrados artistas y las estrellas del cine de la época, la contagiosa euforia de la Roma de la posguerra (en contraste con la sofocante atmósfera de la dictadura franquista en España) y el aire internacional y mundano de la capital italiana dejaron una profunda huella en el joven Fernán Gómez, que quiso inmortalizar esa etapa vital y artística alegre y fecunda en un diario que en parte fue originariamente publicado por entregas en la hoy desaparecida Revista Internacional de Cine y que en estas páginas se rescata para ofrecer al lector la faceta más íntima e informal del gran cineasta.
    El libro, publicado para conmemorar el centenario de su nacimiento, incluye también el poemario A Roma por algo, nacido de la misma experiencia romana que dio a luz el diario
    Ver libro
  • Yo soy Brian Wilson y tú no - cover

    Yo soy Brian Wilson y tú no

    Brian Wilson

    • 4
    • 12
    • 0
    Cofundador de los Beach Boys, Wilson compuso buena parte de la atemporal banda sonora del pop más lisérgico –y no solo apto para surferos– de los años sesenta. Con especial cuidado en la armonización de sus canciones y exquisito paladar para la instrumentación, sus letras nos transportan desde su más indolente vitalismo playero y asilvestrado jipismo a las vertiginosas simas por las que se precipitara, en caída libre, este genio torturado.
    Sus temas, hoy míticos, dan fe del alcance de la revolución que llegaría a la industria discográfica de la mano de este incomprendido talento natural cuya sofisticación llevaría las posibilidades creativas del pop a confines desconocidos hasta entonces. Apartado del mundanal ruido en los setenta por enajenación mental transitoria, se doctoró en automedicación psicotrópica hasta conseguir finalmente dejar atrás tan dolorosos infortunios e instalarse en una confortable prosperidad, aceptándose con sus claroscuros. Con el coraje y la iluminación de quien se sabe preparado para la confesión, y con el ego convenientemente hecho trizas, Wilson nos invita a sumergirnos en el sinuoso vertedero de sus recuerdos. He aquí, pues, por fin, las memorias de uno de los más grandes protagonistas de aquella década prodigiosa en la que parecía que todo iba a cambiar…
    "Excelente... Yo soy Brian Wilson y tú no es conmovedor y sincero, como pasar tiempo de calidad con un sabio... Wilson es desgarradoramente duro sobre sus crisis mentales y el sufrimiento que le infringió su padre. Una visión única sobre la música."
    Rolling Stone
    
    "Yo soy Brian Wilson y tú nose desliza a través del pasado como un mensaje en una botella... Tiene momentos de testimonio personal que son conmovedores e indelebles."
    Vanity Fair
    "Wilson aclara las cosas... Su voz definitivamente llega... Es una visión maravillosa de un genio atribulado."
    Forbes
    Ver libro