A buen juez, mejor testigo
José Zorrilla
Sinopsis
Historia de dos amantes separados por la guerra de Flandes
Historia de dos amantes separados por la guerra de Flandes
En Historia de la leche Mónica Ojeda retoma un mito de la tradición bíblica –Caín, Abel y su disputa fratricida por el amor del padre– y, en la línea de Una noche con Hamlet de Vladimir Holan o de Antígona González de Sara Uribe, lo reescribe desde el presente, indagando, como ya hizo en su novela Mandíbula, en la extraña violencia de las relaciones femeninas y familiares. Para alojarla en sus propios huesos y reconocer todo lo ajeno que la habita, la voz poética mata a Mabel, su hermana, estableciendo un diálogo con ella, con la madre y con el padre, mientras se enfrenta, casi en trance, a lo que queda: la culpa, la memoria que hiere, el terrible silencio materno, el espacio espantosamente abierto entre la madre y la hija sobreviviente.Ver libro
-Este audiolibro está narrado en castellano.La aurora. El poeta nos habla de nuevo de la ciudad como símbolo de soledad. Describe el amanecer no como una señal de renacimiento y alegría, sino como la imposibilidad de realización de sus esperanzas y anhelos, porque se encuentra al final de la noche en la más amarga desesperaciónPanorama ciego de Nueva York. Lo estéril de la faceta amorosa del poeta se revela como su forma más íntima de dolor que hace extensivo a todo lo que lo rodea, convirtiéndose no sólo en lo espiritual si no ya también en lo físico que golpea sin piedad.Nacimiento de Cristo. Este poema cuyo título preludia a en nacimiento de Jesús como algo alegre y jubiloso y signo de esperanza sin embargo con Lorca lo que hace es transmitir la idea del nacimiento como el inicio del camino hacia la muerte, hacia el sufrimiento que sufrió el redentor.Ver libro
Tercera entrega de los cautivadores micropoemas de Ajo, con más de 12000 ejemplares vendidos de los anteriores MICROPOEMAS 1 y 2, Ajo se ha convertido en el estandarte de la micropoesía. En este nuevo librín encontrarás micropoemas como ""la suerte de los cobardes caduca mucho antes"", o ""¿Con quién me tengo yo que acostar para dormir siempre contigo?"".Ver libro
El Poeta de este libro explora plantas -palabras, formas métricas- como el tan montevideano tamarisco, que resiste donde nacen el frío y el calor más extremos mientras camina -como si caminara hacia su calle Marsella, o a la calle Libres de Juan Introini- hacia ese origen de una Montevideo transformada. Piel de la noche, diente de leche, polvo que vuela con el viento del mar, condolido de sí mismo por ser quien debe enterrar a sus muertos hasta que sea otro Poeta quien continúe esa carrera de postas que va a dar a la ceniza, pero que mantiene vivas las palabras propias en la boca de los otros. (Horacio Cavallo).Ver libro
Los jóvenes alientos rechazaron- en tarde tibia plomada de sol-, las agresiones torpes y asesinas. El día fue creciendo entre viejas adormideras vespertinas. Cambió la risa espontánea con que la vida premia a los indomables. Se trocó en rictus. Trastocaron las palabras en ayes. La ciudad rota se eclipsó de repente. Enmudeció este día.Ver libro
En Mónica Gontovnik hay una confrontación entre quietud y avidez, entre contemplación y vacío. Caracol a la orilla del mar. Camaleon entre las venas, su cuerpo en campo de tensiones, de conflictos ásperos y permanentes. No puede eludirse a sí misma y el cerebro martilla incómodos pensamientos. Solo la fluidez de la escritura alivia, en algo, esos nudos.Ver libro