Esta colección de ensayos sobre el humor en la obra de Samuel Beckett parte de una reacción contra la imagen estereotipada del premio Nobel irlandés de 1969 como autor solemne, angustiado y aburrido. Por el contrario, la mayoría de los expertos en su teatro, sus novelas y su poesía señalan el humor como parte fundamental de su universo creativo. Se trata, sin duda, de un humor complejo y que cumple muchas funciones en su escritura. Además, es un humor que cambia con el paso del tiempo, desde el humor satírico de sus primeros textos hasta los alivios cómicos de las obras más profundas de su última etapa, pasando por el humor descacharrante de sus novelas. Los artículos que aquí se reúnen, escritos por especialistas de diversas universidades europeas y americanas, componen el variopinto mosaico que conforma la producción literaria de un genio de la literatura del siglo XX, todo ello desde el prisma de la comicidad.
«Grabar, rayar, esculpir, cavar en una piedra, en un papiro, en un papel, pero, en última instancia, escribir: es la única manera de eternizar la expresión.»
Esta selección de los dieciséis volúmenes del Diario (1932-1993) de Miguel Torga constituye un testimonio conmovedor de una época en la que el novelista y poeta portugués reflexiona sobre los acontecimientos que marcaron un siglo, su experiencia como médico y sus primeros pasos como escritor: todo aquello que quiso salvar del olvido. Torga, autor de uno de los proyectos diarísticos más ambiciosos del siglo XX, nos desvela en estas páginas inolvidables un espejo en el que se mira a sí mismo mientras escribe sobre lo divino y lo humano: los hechos del mundo, su paisaje interior, los viajes, la poesía y su rica intimidad como poeta y testigo esencial de su tiempo.
«Más que páginas de meditación, son gritos del alma irreprimibles de un mortal que se ha doblado, pero no se ha partido, que, sin poder, ha podido hasta la extenuación. Y se despide de sus semejantes sin amargor y sin resentimientos, en paz por haber procurado verlos y comprenderlos en su exacta medida.»
La estanquera de Vallecas es el primer gran éxito en la línea del teatro popular obtenido por José Luis Alonso de Santos, el autor teatral más importante de nuestra época. Basada en un hecho real que terminó de forma trágica, la obra circula por el tornasolado camino del humor.
La sombra del tenorio es un monólogo teatral en el que el protagonista, Ciutti, el criado de don Juan Tenorio, revive sus múltiples experiencias.
-En español neutro, narración humana-Se subtitula Cantiga provenzal, y se abre con el epitafio del protagonista, Teobaldo de Montagut; la narración referida por un juglar, se divide en pequeños capítulos, que describen la vida del personaje.Ficción y literatura
La virtud que inspira la lectura de las leyendas que compendianlas páginas interiores de esta obra no es que mantenga viva en laconsciencia del lector esa sensación imaginaria y etérea de estarrealizando un viaje retrospectivo en el tiempo, sino también lade servirle las alas que proporcionan un delicado y culto lengua-je literario, sabiamente utilizado, dotado además de gran riquezapoética que, a la postre, irá prosiguiendo hasta dejarle situado—burlando el inexcusable tiempo oculto— ante el escenario mis-mo, donde se está desarrollando una parte muy importante de laHistoria de España.De esta forma, es voluntad del autor la de servirle al lector moti-vos de acudir a la observancia de una realidad social, tristementemaltratada por los acontecimientos, y sugerirle, además, una ex-plicación del porqué de tales hechos, ciertos y contrastados, asícomo de las consecuencias a que darán lugar los mismos. Perotambién —por otro lado— sin escatimar motivos que, en aquel,deleiten su intelecto y lleguen, finalmente, a emocionarle con elfrescor de su verso rico en matices, dotado también su lenguaje degran emotividad conmovedora ante el infortunio.Sin duda, estas condiciones moverán al lector a perseverar en lalectura, aunque con la suavidad de una obligación no impuesta,ya que el poeta, buen escultor de la palabra, utiliza la herramientaprecisa para ir esculpiendo las imágenes y emociones que, al fi nal,han de quedar recompensadas en su ideario y grabadas en el lienzosutil de su memoria.
Este tercer poemario de María Paz Guerrero está habitado por una serie de personajes: una gata ciega que se golpea contra todo lo que se encuentra; unos cuerpos que se hacen exámenes médicos para medir el avance de la enfermedad en los órganos; unas piernas que ya casi no se sostienen hasta que se desploman; un lenguaje que se va desenredando como una pita de cometa; unas repeticiones y versos atravesados y transformados por canciones de Héctor Lavoe, Henry Fiol y Simón Díaz.
La estructura del libro también es novedosa. Tiene una unidad que se configura a partir de las repeticiones de personajes y versos que reaparecen ligeramente transformados, cada vez. Se diferencia de libros que reúnen una multitud de poemas singulares. Por su parte, el lenguaje parece muy simple, casi hablado, con una sintaxis extraña, cortada, rota. Es una apuesta por una poesía musical con unas imágenes crudas, lo que lo diferencia de la poesía metafórica de imágenes abstractas.